Washington, 17 ene (PL) El Congreso estadounidense tiene el reto de consensuar una alternativa al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), uno de los temas migratorios que hoy enfrenta a la Casa Blanca con demócratas y republicanos.
Los legisladores tienen hasta el 5 de marzo para ocuparse del asunto, luego del ultimátum dado el 5 de septiembre por la administración del presidente, Donald Trump, cuando anunció el fin de la iniciativa.
Aprobado en 2012 durante el gobierno del exmandatario Barack Obama (2009-2017), DACA evita que sean deportados unos 800 mil jóvenes inmigrantes indocumentados traídos por sus padres durante la niñez.
La política permite a los conocidos popularmente como «dreamers» o soñadores, obtener permisos de trabajo, renovables cada dos años, si cumplen diferentes requisitos.
Pero al notificar sobre la cancelación del programa, el Ejecutivo estadounidense no describió cómo desea que se haga y dejó las posibles vías en manos de senadores y representantes.
Demócratas y republicanos mantienen desacuerdos sobre el tema y la legislación que podría solucionar el conflicto sigue en ascuas, junto a temas afines como la seguridad fronteriza, la reforma migratoria, el programa de lotería de visas y la construcción del polémico muro en la frontera con México propuesto por el jefe de la Casa Blanca.
La víspera, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, desestimó que los inmigrantes acogidos al DACA sean expulsados de Estados Unidos.
La deportación de dichos jóvenes no será una prioridad del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Lo he dicho antes, esa no es la política del departamento de Seguridad Nacional, indicó la funcionaria en el programa This Morning de la televisora CBS News.
De acuerdo con Nielsen, los beneficiados con el DACA, registrados y respetuosos de las leyes, no se considerarán una prioridad para ordenar su salida del país, incluso si los legisladores no concretan un acuerdo definitivo.
No obstante, el senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham culpó al personal de la Casa Blanca de no aconsejar adecuadamente al mandatario con respecto al tema migratorio y el programa de jóvenes soñadores.
Graham es parte de un pequeño grupo de senadores que anunciaron la semana pasada un acuerdo relacionado con temas como el DACA, seguridad fronteriza y cambios en la inmigración familiar y el programa de visas.
Pero Trump rechazó la propuesta durante la reunión en la cual también participaron el senador demócrata por Illinois Dick Durbin y varios legisladores conservadores.
No podemos hacer esto con personas a cargo en la Casa Blanca que tienen una visión irracional de cómo arreglar la inmigración, admitió Graham este martes durante un contacto con la prensa, tras una audiencia en la cual intervino la secretaria de Seguridad Nacional.